Tienda de vinos

Lagar Blanco

La actividad del Lagar se inicia en 1.959 año en el que un grupo de viticultores de la zona se asocian para constituir la primera cooperativa elaboradora de vino de la zona Montilla-Moriles, la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora de los Dolores.

 

Su principal responsable y dueño es Miguel Cruz Marqués, Dr. Ingeniero Agrónomo, Enólogo y experto catador dedicado toda una vida al mundo del vino.

En los primeros años de la década de los años 70 del pasado siglo y coincidiendo con un fuerte desarrollo industrial y la llegada de nuevas tecnologías al mundo de la elaboración del vino, se abandonan la mayor parte de los lagares situados en el campo y se crean grandes instalaciones industriales en el núcleo urbano.

La Cooperativa Nuestra Señora de los Dolores no fue una excepción y se fusiona con la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora, situada en las proximidades del casco urbano de Montilla.

En 1.985 lo adquieren sus actuales propietarios atendiendo a su vocación y siguiendo la tradición familiar de elaborar vino. Su principal responsable y dueño es Miguel Cruz Marqués, Dr. Ingeniero Agrónomo, Enólogo y experto catador dedicado toda una vida al mundo del vino.

A lo largo de todos estos años se han venido perfeccionando los edificios y maquinaria disponibles:

  • En 1.990 se amplía la actividad con la incorporación de botas de roble americano para la crianza de los vinos elaborados.
  • En 1.995 se instala la planta de envasado.
  • En 2.008 se acomete una importante remodelación arquitectónica y de maquinaria.
  • En el 2.010 se sustituye toda la línea de elaboración de vinos por otra dotada de la más alta tecnología respondiendo a las mayores exigencias de calidad posibles.

Lagar Blanco - Montilla

Dispone de una línea de recepción y clasificación de uva para cajas, prensa neumática de acero inoxidable, depósitos de acero inoxidable para la elaboración y control de fermentación y tinajas de hormigón para almacenamiento del vino.

Esta reforma está también enfocada para el desarrollo de la actividad enoturística, dirigida a la recepción de visitas con posibilidad de realizar catas dirigidas, cursos de formación sobre la elaboración y crianza de nuestros vinos, además de celebraciones, reuniones, comidas de empresa etc…

Todo esto aprovechando las instalaciones y los conocimientos técnicos de su dueño, deseoso de trasmitir el amor a su tierra y a sus vinos.